Cabaña de Ichéus en el valle de Aspe

Otra espectacular ruta en este valle de Aspe al otro lado de los Pirineos. Ruta corta pero intensa que nos lleva a la cabaña de Ichéus con una larga y limpia bajada que te dejará con una sonrisa durante mucho tiempo. Seguimos en el paraíso.

El recorrido realizado es: Lées – Athas – Lées.

Ruta circular en el valle de Aspe desde la población de Lées muy cercana a Accous y que se llega tomando un cruce a la izquierda desde la general.

La ruta que hacemos tiene una subida de 16 kms que nos lleva a la cabaña de Ichéus que es un refugio. El tramo inicial y el final de la subida son durillos pero también tenemos algún que otro descansillo. Hay además dos zonas que toca empujar la burra, la primera también puede ser de porteo, pero que no son duras. Ruta que no coge mucha altura pero como siempre en este valle con unos paisajes muy bonitos.
El tiempo en movimiento es de 4h20 pero se nos alargó porque la patilla de la Flecha Roja de Txaman volvió a dar guerra y hubo que desmontarla y volverla a montar. Además en la cabaña nos paramos un buen rato a comer y disfrutar del lugar. Que no había prisa, vamos.
La ruta se puede hacer sin GPS habiéndola estudiado previamente pero nosotros siempre lo llevamos.
Día precioso y con muy buena temperatura que invitaba a estar en el monte.

Dejamos a ‘Perolo’ en una zona de aparcamiento gratuita en el pueblo donde está la antigua zona de lavandería y nos preparamos para subir a la cabaña de Ichéus. Como he dicho la salida es desde Lées-Athas.

Atravesamos el pueblo y tomamos camino por la zona alta del mismo.

Seguimos y tomamos una carretera de montaña que nos lleva a una carretera a mano izquierda. Los paisajes, chulos.

Dejamos la carretera y tomamos un camino a la sombra de los árboles un poco roto que durante un buen rato nos hace resoplar a base de bien.

Pasamos este tramo y seguimos a lo nuestro con el terreno más sencillo.

Desembocamos en la pista que sube.

Cómo nos gusta este valle!

Vamos alternando la subida entre zonas abiertas y otras más cerradas.

Pasada esta zona, atravesamos el cauce seco de un río y tras un pequeño sendero desembocamos en la típica pradera de helechos donde temos que empujar un rato la bici.

En esta zona no se distingue con facilidad el sendero.

Pasado el empuje, accedemos a un camino en el bosque destrozado por la actividad forestal y con varios árboles caídos atravesándolo. Este tramo después de lluvias tiene pinta de encerrona.

Llegamos a esta esplanada donde tomando el camino de la subida accedemos al trozo de subida más duro del día.

Resoplamos y volvemos a resoplar y empezamos a hacer hambre.

Antes del bokata nos toca el segundo empujón del día. Muy breve.

Llegamos a la campa de arriba y a lo lejos la cabaña.

Pouvez-vous prendre une photo s’il vous plaît?

Esta zona es muy pedregosa así que dejamos las bicis y los últimos cien metros hasta la cabaña los hacemos andando.
Et voilà!

Este tipo de refugios suelen estar muy cuidados en Francia y suelen constar de una zona de estar en la planta baja con chimenea y una zona arriba para dormir.

Descansamos un buen rato dándole duro al bokata que nos ha preparado la simpática señora donde dormimos en la Maisson de Pouquette, para que no quedarnos en los huesos como a este ciclista que nos encontramos.

Tranquilidad.

Una vez recobradas las fuerzas, iniciamos la bajada de unos 12 kms con una zona plana en el medio. Como he dicho bajada muy limpia con todos los elementos. Pradera, sendero, camino, sendero ratonero, uff! Disfrutón, disfrutón!

Tras este pequeño tramos empezamos transcurriendo por una bonita campa llena de montículos zona empezamos a saltar como felices canguros.

Este primer tramo transcurre principalmente por bosque. Solo tiempo para una foto.

Llegamos a la zona plana donde toca un poco de carretera.

Yendo por la izquierda volvemos al bosque.

Y desembocamos en un mirador espectacular.

A partir de aquí embocamos este camino y vamos cortando la falda de la montaña por sendero mientras intentamos retener las sensaciones de gozo.

Más ladera!

Bueno, parece que cambia el tiempo así que vamos a darle un poco de caña.

Ahora viene el sendero ratonero! Hemos dicho que teníamos de todo.

Toda la bajada es muy fácil de seguir y está marcada.

Terminamos la bajada en Athas, donde por carretera llegamos a Lées donde nos recibe el club de fans en la penumbra de la borrasca que viene.

Uff, vaya día! Seguimos enganchados a este valle de Aspe!

¿Has hecho alguna ruta en este lado francés?.