Santa Orosia ○ Pirineos Día 2

Lo que a priori habíamos pensado como la ruta menos ‘molona’, a la postre esta subida a Santa Orosia ha resultado ser un rutón con una bajada endurera de las que hay que realizar sí o sí.

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Esta ruta es la ruta 64 de GPSPirineo.

El recorrido realizado es: Yebra-Ermita Santa Orosia-Isún-Osán-Yebra.

Ruta corta en entorno prepirinaico con una cómoda ascensión hasta los 1.652 metros, con una espectacular bajada técnica de más a menos difícil y con un final por sendero y cauce arcilloso de río muy divertido.

El tiempo empleado sigue siendo muy relativo ya que seguimos yendo de excursión y esperándonos entre nosotros. Ah! y bokata también en lo alto. Y hablando de bokatas, el Bokatas se nos unió en este segundo día ya que pensaba que era el fácil, je, je.

Dejamos el hotel y nos dirigimos en coche hasta Yebra donde pasado el pueblo hay un sitio donde poder dejar los coches al inicio de la pista que lleva al alto de Santa Orosia.

Así que tomamos la indicación de la derecha, que la izquierda es para senderistas.

Empezamos a subir por esta pista de buen firme y con menos pendiente que la del día anterior, aún así, son 12 kms de subida por lo que vamos tranquilamente comentando la jornada anterior y sacando alguna foto que otra. Nos extraña los coches que vemos subir y bajar, qué habrá arriba? ¿No estaba prohibido el paso de vehículos?

Vamos cogiendo altura sin dificultad y dejando atrás la pista culebreante.

¿Qué tal vamos?

Divisamos la ermita y Galatrón se nos pica por querer llegar el primero con su flecha plateada, cosa que consigue.

Vaya recibimiento! Stand de avituallamiento con comida, bebida y masajes? Ah! que no es para nosotros sino para la carrera de montaña que se celebra hoy?

Pues nada, un pequeño alto para hablar con la gente del lugar, beber, comer algo y seguimos subiendo hacia la torre de comunicaciones.

Tiene buena pinta el desvío de la derecha pero tomamos la indicación de la derecha, hacia el descenso que nos lleva a Isún.

Aupa Bokatas! Que ya no queda nada!

Vaya! Menuda gozada de campa que hay aquí y qué vistas! Diferentes de las de ayer en Ordesa pero espectaculares igualmente.
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Unos nos dedicamos a sacar fotos mientras Txaman reza o invoca a los espíritus para que nos guíen en el descenso.

Por un lado tenemos Biescas con el inicio del valle de Tena.

Enfrente Sabiñanigo, al fondo Jaca y se llega a ver hasta el Moncayo que ya no entra en la foto.

Y si nos asomamos al cortante, vemos a la derecha la delgada línea del sendero que visto así, acojona un poco por el cortante.

Pero si miramos hacia la izquierda vemos que empieza a coger más distancia, ‘más cuneta’.

Pues venga! Vamos para allá. Si se complica mucho o hay poco margen de cara al cortado, pues se echa pie a tierra y ya está, tampoco nos la vamos a jugar que hemos venido a disfrutar.

Atravesamos la campa cada uno por donde quiere hasta acercarnos al inicio del sendero de bajada.

Al fondo vemos la primera curva y nada más. Nos acercamos con respeto y vemos que hacemos bien en echar pie a tierra, es la curva y el vacío,

como se te vaya la bici un poco, a tomar … así que no merece la pena jugársela que hay curvas suficientes en este sendero.

Como ya he dicho antes, la dificultad de este descenso va de más a menos. Después de la curva de antes, está esta primera parte con poca pendiente, con anchura suficiente para ciclar bien pero que impresiona por la proximidad del cortado. Así que unos la ciclan y otros prefieren pasarla a pie.

Poco a poco va cogiendo margen.

A partir de este punto, la vegetación ya nos empieza a proteger de la caída, el sendero coge más pendiente y

salvo algún paso complicado por el tamaño de las piedras y que la vocecilla interior aprovecha para recordarnos que nos pillemos una doble, es totalmente ciclable y muy disfrutón.

Venga! Una curva, otra, toma otra, flow, flow! Allá voy, grito guay

Poco a poco nos vamos metiendo en el bosque y el terreno va cambiando de solo piedras a piedras con tierra.

Pero Galatrón, dónde has dejado la tija con el sillín? Ah, que en Bilbao las venden así …

Boah! Vaya gozada de descenso. Es de los que hay que hacer. Esto es lo que hemos bajado! A ver si preparo el vídeo.

Y, ¿ya está?. Pues no, este recorrido todavía guarda alguna sorpresa más. Atravesando Isún,

tomamos este camino,

que tras un tramo, cogemos a derechas este sendero entre arbolado para disfrutar del que vemos la parte final.

Continuamos,

no nos vamos por la indicación que hay a la derecha en este camino sino que seguimos por él.

Hasta llegar a la carretera pasado Osán y a una nueva indicación que nos lleva al río.

Aquí nos liamos y nos vamos siguiendo el cauce del río pero junto a la nacional nos damos cuenta que vamos mal y volvemos para atravesar la regata que te encuentras tras la señal del quitamiedos y tomar este sendero que nos lleva a Yebra que antes no habíamos visto.

Aquí entramos en una zona de sube y bajas por la ladera del monte,

hasta desembocar en el cauce seco de un arroyo que seguimos.

Llegamos a la nacional y de aquí una carretera que nos lleva al punto de salida en Yebra.

Muy buena ruta, está sí que nos ha dejado buen sabor de boca como colofón a un magnífico fin de semana biker, entre amigos y bikers, por los Pirineos.

El próximo año, la tercera edición pero antes, alguna escapada por medio para disfrutar de las rutas de esta zona que es un filón.